Puestos a compartir, que sean sonrisas.

domingo, 1 de julio de 2012

Excepción

Tanto lo odio, tanto me encanta...

"A las chicas nos enseñan muchas cosas desde pequeñas: si un chico te incordia es que le gustas; y nunca te cortes el flequillo, así algún día, concoerás a un hombre maravilloso y tendrás tu propio final feliz.
Cada película que vemos, cada historia que nos cuentan, nos pide que creamos en ellas. El giro al final de la historia, la declaración de amor inesperada, la excepción a la regla.
Pero a veces, estamos tan obsesionadas por encontrar nuestro final feliz que nos olvidamos de leer las señales. Las que diferencian a los que nos quieren de los que no; a los que se quedarán de los que se irán.
Y es posible que ese final feliz no incluya al hombre ideal. Puede que… seas tú. Recomponiéndote y volviendo a empezar. Liberándote para algo mejor que puede haber en tu futuro. Puede que el final feliz sea simplemente… pasar página.
O puede que el final feliz sea éste, saber que a pesar de todas las llamadas no devueltas, de todos los desengaños, las meteduras de pata, y las señales malinterpretadas. A pesar de todo el dolor y el bochorno, nunca perdiste las esperanzas."

"Esa persona sabia me dijo que yo soy la regla. Y que debo dejar de pensar que todos los chicos pueden cambiar. Que tengo que dejar de pensar… que soy la excepción."

Cuántas veces pensé que esa frase tenía razón...

No sé cómo explicar que se ha invertido la situación.
Que me siento la excepción.




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