Pero he vuelto a ser yo. Mi yo contigo.
Ahora que ya había desaprendido el sabor de tu mirada bañándose en mis ojos, vuelvo a poder experimentarlo. Vuelvo a poder sentir el tacto de esta nube.
Vuelvo a ser la misma libélula. Vuelves a ser tú también, el mismo. Y me maravillo al descubrir que el cielo que creía hecho pedazos, aún permanece. Y lo que es más, viejas grietas tornadas experiencia y cimientos sustentan ahora no sólo los recuerdos.
Vuelve el universo entero a latirme dentro del pecho.
Volvemos a emprender el vuelo. Sujeto omitido, primera persona del plural.
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