Puestos a compartir, que sean sonrisas.

domingo, 29 de julio de 2012

Bola 8

Son las dos y poco de la madrugada. Estaba sumergida en un libro cuando ocurrió. Fue tan extraño que tuve la necesidad de plasmarlo en alguna parte. Dónde sino.

Estaba pensando que me encanta haber retomado la lectura de ese libro que hace tanto tiempo comencé a leer y que no pude acabar. Ojeaba sus hojas cuando de repente se deslizó entre sus páginas una fotografía, llegando a mis manos.

Las fotografías son como las portadas de libros; libros que cuentan historias. Ésta en concreto trata de una historia que recuerdo con tanta ternura como dolor, que se me antoja tan bella como lacerante...

Desgarradoramente hermosa.

Una de esas historias que dejan una sonrisa en los labios y párpados que esconden una mirada de soslayo.

"Eres como la bola 8 del billar. Cuando te vas, ya no tiene tanta gracia el juego..."

No lloro, de verdad que no. Es una tristeza que no se borra con lágrimas. Y sin embargo, tampoco desearía volver a aquel entonces. Es la aceptación del paso del tiempo. La alegría de un pasado vivido, de la consciencia de un corazón que puede recordar y que, más importante aún, se reconoce el derecho a seguir latiendo y amando.

Que late y ama y a veces, recuerda.

jueves, 26 de julio de 2012

Lo bello y lo triste. Yasunari Kawabata

13. La butaca que giraba en el vagón panorámico volvió a su memoria- Era como si viera su propia soledad, que giraba y giraba dentro de su corazón.
44.Y sin embargo, lo que más parecía lastimar a F. era que él hubiese escrito tan poco sobre ella. 
-No me pareció bien explayarme sobre tus celos- explicó O.
-¡Lo que ocurre es que no puedes escribir sobre alguien a quien no amas, sobre alguien a quien incluso odias!
58. ¿Acaso es forzoso que mueras temprano porque un artista ha inmortalizado tu juventud?
84.-¿Qué clase de autoengaño es ese?
-Hay muchas mujeres desdichadas que se consuelan con esa clase de autoengaño.
-¿No cree que algo anda mal en esas mujeres?
-Es muy fácil que algo no ande bien en las mujeres.
84. Adoro sacrificarme. Quizá esa sea la razón de mi vida.
84. El sacrificio nace del amor.
89. -Ni los pescadores de perlas resisten tanto tiempo sin respirar. Te desmayarás.
-Haz que me desmaye.
119. Los árboles parecían cubiertos por flores de rocío.
123. -Tu cuerpo y el mío son uno solo, ¿no?- murmuró K.
O. se apartó. K. se apretó más contra ella.
-¿A que sí? Son uno solo. -Aguardó un instante. -Es así. Te lo aseguro - añadió.
141. Y como a esas ratitas, no les importa lo que roen.
141. Quizá baste con que una palabra viva un día. Yo también he hecho bien en sobrevivir todos estos años trascurridos desde que tú pensaste en morir con aquella muchacha.
158. -No se me dan muy bien los botes- confesó.
-A mí sí.
-¿Y sabe nadar?
-¿Por si naufragamos?- replicó ella mirándole.- ¡Usted podría salvarme! Lo haría, ¿no? Me aferraría a usted.
-Si se aferra a mí no podré salvarla.
166. Vincular todo lo que veía y oía con su amor equivalía a estar viva. La conciencia de su propio cuerpo era inseparable del recuerdo de aquel abrazo.
183. -Pero me gustaría que hubieras pensado en mí.
T, no replicó.
-¿No me lo vas a decir?
-Estuve pensando en ti.
-Te he obligado a decirlo.
197. La frente y el cuello de la muchacha estaban perlados de sudor.
200. -¿Por qué no hablas? ¿Por qué estás tan callado? Es una crueldad de tu parte. ¿No te parece una vista hermosísima?
-Sí, es hermosísima. Pero yo estaba pensando en lo hermosa que eres tú.
200. Sírveme un poco de té. De tu boca.


-Te llamaré. Pero avísame si te vas antes a la cama, para no despertarte.
Soltó todo el aire en un breve suspiro al teléfono y sonrió. No se lo dijo, pero pensó que podría pasarse la noche entera despierta, con tal de convertir su voz en el último sonido antes de cerrar los ojos.


miércoles, 18 de julio de 2012

Action-Reaction

Una sonrisa tuya es capaz de desencadenar el mecanismo de reacción.
Comienza la expansión. Como los gases, tiendo a ocupar todo el espacio.
Desde las cosquillas en el pecho, recorriendo el vientre, viajando por las venas y bañándolo todo, impulso eléctrico que contrae y relaja los músculos por los que pasa
en tan solo un instante... Se produce una ola que agita todo mi cuerpo desde el interior, hasta que se topa con la punta de mis dedos.

Una onda que avanza y no se detiene. La piel no es un obstáculo; la atraviesa. ¡Escalofríos! Ahora viene la secuencia de desastres naturales! Terremoto de hipocentro en el pecho. Tsunami de sangre caliente. Un epicentro que abarca toda la superficie corporal. Huracán que revuelve el aire y me despeina.

Mi cuerpo se le ha quedado pequeño, sale de mí y me envuelve. Mientras tanto... sonrío.



Me detengo unos segundos y me concentro. Extiendo los brazos, como si mi superficie- mi piel- fuese a aumentar y así sentir mejor
La sensación de estar en el ojo del huracán, de ser el hipocentro y tener dentro el epicentro de un terremoto que provocó un tsunami.





martes, 17 de julio de 2012

Me lo ha dicho un pajarito

Pájaros que nos traen en susurros al oído los secretos que nos tienen ocultos. 

-Bueno, ya sabes. Mis primeros pasos eran lentos. Mi corazón quería correr pero no estaba segura de que el suyo pudiera seguir mi velocidad. Ahora... No me lo ha dicho expresamente, pero creo que ahora sus pasos también son firmes.
-A mí sí me lo ha dicho.

Bum. Explosión sideral dentro de cuerpo de poco más de metro y medio. Se hizo un ovillo en la silla giratoria. No sé si era la silla o el resto del mundo, pero todo daba vueltas. Se mordió el labio inferior y cerró los ojos con fuerza. La sonrisa se desbordaba de su cara, cascadas de felicidad. Ropa desperdigada por toda la habitación. The arctic monkeys on the radio. Esa velocidad que te pega al asiento y sensación de ingravidez un instante después. Como cuando despega un avión. Un avión surcando el cielo. El rumor del motor en el pecho.
Amor, supongo que es eso, amor. Amor que se torna vida.

sábado, 14 de julio de 2012

Es más fácil

Es mucho más fácil escribir sobre cosas bellas cuando tienes lo más bello a tu lado.
Gracias, mi musa, por volver donde más puede doler.


Y perdona a estas torpes manos, por no saber [d]escribir[te] en toda tu perfección.

x10

Cierra los ojos y deja que te bese.


Voy a ser tu cero a la derecha.

viernes, 13 de julio de 2012

Soñar que duermo [contigo]

Sería una noche como ésta, por ejemplo. O como mañana. En realidad no importa cuándo fuera, ni siquiera que fuera de noche.

Desde la cama observo el baile de las cortinas, que se mecen con la brisa nocturna. Respiro oscuridad, el tacto de las sábanas frescas sobre la piel. Noto su peso en el colchón, justo detrás de mi espalda. Se mueve.

Se acerca a mí y me abraza. Su pecho en mi espalda, su respiración en mi nuca. Me besa el pelo, suave y limpio. "Hueles bien" como suele decirme; esta vez en un susurro casi inaudible. Sonrío. Tomo sus manos, dedos entrelazados, las beso y las pongo sobre mi vientre.

Me doblo aún más sobre mí misma, me hago pequeña, un ovillo - aunque en realidad siento que voy a estallar de alegría-.


No necesito estar dormida para soñar. Soñar que duermo. Que duermo [contigo]

miércoles, 11 de julio de 2012

Vuelve todo a su lugar.

Creo que, para no autodañarse, mi cerebro había enterrado la felicidad de la nube.
Pero he vuelto a ser yo. Mi yo contigo. 
Ahora que  ya había desaprendido el sabor de tu mirada bañándose en mis ojos, vuelvo a poder experimentarlo. Vuelvo a poder sentir el tacto de esta nube.


Vuelvo a ser la misma libélula. Vuelves a ser tú también, el mismo. Y me maravillo al descubrir que el cielo que creía hecho pedazos, aún permanece. Y lo que es más, viejas grietas tornadas experiencia y cimientos sustentan ahora no sólo los recuerdos.


Vuelve el universo entero a latirme dentro del pecho.



Volvemos a emprender el vuelo. Sujeto omitido, primera persona del plural.

Por creer

-Ella piensa que yo fui quien... --pausó unos instantes.-- Gracias.
-¿Por qué?
-Por no preguntarme si realmente lo hice.


No preguntaré. Se trata de confiar. 
 De tener el valor o la insensatez de lanzarse ciegamente a un abismo.

Renglones en blanco

Una vez me prometí que no abriría la boca si lo que iba a decir no era más hermoso que el silencio.
Y lo voy a cumplir. 
Aquí quedan publicadas las líneas en blanco que le dedico.
                                                                                                                                                                                                    

domingo, 8 de julio de 2012

06:40 a.m.

Entonces, ¿hoy amanecía a las 06:40 a.m.?


Es impresionante cómo un pequeño mensaje de texto por la mañana consigue hacerme sonreír durante el resto del día.
Me alegra que el amanecer te traiga pedacitos de mí...

Bienvenida I.

Si por error la botella anterior que lancé al mar (Querida M.A) llega a tus manos, no te pongas triste. Yo estoy aprendiendo a maravillarme con el paso del tiempo sin que duela.
No ocuparás el lugar de nadie en mi jardín, y mucho menos el de M.A. Pero eso no quiere decir que no puedas hacerte un hueco.
Tienes  vía libre para tus raíces en
sta tierra.

Querida M.A

Querida M.A,
te escribo simplemente porque te echo de menos, tanto como pensaba que haría.


Ayer conocí la flor que ahora ocupa tu maceta física en su jardín. Es bonita, ¿sabes? Quizá eso no quisieras saberlo; pero sí, es bonita. Seguro que cuando pase el tiempo te alegras de ello. 


Por otra parte, no quiero alimentar tu ego ni que suene a frase complaciente; quiero ser sincera contigo. No es tan bonita como tú.
"Debes dejar salir algo bueno de tu vida para que venga algo mejor." No estoy de acuerdo. Es buena, pero no mejor. 

Quiero hablarte también sobre él. Sé que si nos cruzamos cara a cara, tú no preguntarás. Pero me parece injusto no decirte que sigues siendo importante en su vida, de una manera u otra, sé que no dejaste de serlo. Y que le dolió que pasara su cumpleaños sin felicitaciones tuyas. Tranquila, no te culpo. Tampoco yo te escribí cuando fue el tuyo.
Que se siente culpable. No me lo dice, pero lo sé. Quizá necesita que le perdones para perdonarse. Quizá el tiempo. O quizá no.

No hablamos nunca sobre ti. Creo que quiere protegerme de la pena. Jamás le he dicho lo que yo siento. No creo que arreglara las cosas. Se pondría triste si se entera de que yo también lloré. 
De ti o de otra cosa, en realidad hablamos más bien poco. Me da miedo preguntar por si  la herida escuece, así que respondo preguntas que él no hace y le cuento sobre las mías. Y no es que sus consejos no me gusten, es simplemente que las palabras de una hermana suenan más cerca que las de un hermano.


Echo de menos. Te perdió y le perdiste. Os perdisteis. Le echo de menos. Le echo de menos contigo. A ti, directamente, te echo de menos. Echo de menos ese mundo que teníais y en el que me sentía tan bien. Echo de menos soñar con vuestro futuro juntos. Qué te voy a contar. No se trata de que tenga menos derecho que tú a añorar todo aquello. Se trata de que añoro y escribo.


Nostalgia sentada en mi ventana está realmente guapa, pero no quiero que sea ella la única protagonista. 
Querida M.A., nueve años son también nueve años de mi vida, la mitad concretamente. Más que suficientes para considerarte mi propia hermana.


Se acerca el final de mi carta; aunque antes quiero preguntar. ¿Cómo te va? ¿Cuántas veces has sonreído desde la última vez que te vi? ¿Tantas? Sé que sigues bailando con esos hermosos vestidos, ¿me llevarás algún día contigo?


No sé si te llegarán estas palabras. Me encantaría. 
Una botella con mensaje en su interior, flotando en el mar del olvido hasta que la leas.
Querida M.A... mi querida M.A...






domingo, 1 de julio de 2012

Excepción

Tanto lo odio, tanto me encanta...

"A las chicas nos enseñan muchas cosas desde pequeñas: si un chico te incordia es que le gustas; y nunca te cortes el flequillo, así algún día, concoerás a un hombre maravilloso y tendrás tu propio final feliz.
Cada película que vemos, cada historia que nos cuentan, nos pide que creamos en ellas. El giro al final de la historia, la declaración de amor inesperada, la excepción a la regla.
Pero a veces, estamos tan obsesionadas por encontrar nuestro final feliz que nos olvidamos de leer las señales. Las que diferencian a los que nos quieren de los que no; a los que se quedarán de los que se irán.
Y es posible que ese final feliz no incluya al hombre ideal. Puede que… seas tú. Recomponiéndote y volviendo a empezar. Liberándote para algo mejor que puede haber en tu futuro. Puede que el final feliz sea simplemente… pasar página.
O puede que el final feliz sea éste, saber que a pesar de todas las llamadas no devueltas, de todos los desengaños, las meteduras de pata, y las señales malinterpretadas. A pesar de todo el dolor y el bochorno, nunca perdiste las esperanzas."

"Esa persona sabia me dijo que yo soy la regla. Y que debo dejar de pensar que todos los chicos pueden cambiar. Que tengo que dejar de pensar… que soy la excepción."

Cuántas veces pensé que esa frase tenía razón...

No sé cómo explicar que se ha invertido la situación.
Que me siento la excepción.