48. El que controla el pasado controla también el futuro. El que controla el presente, controla el pasado.
73. La ortodoxia era la inconsciencia
104. La libertad es poder decir libremente que dos y dos son cuatro. Si se concede esto, todo lo demás vendrá por sus pasos contados.
204. Cuando se amaba a alguien, se le amaba por él mismo, y si no había nada más que darle, siempre se le podía dar amor.
206. Lo único importante es que no nos traicionemos, aunque por ello no iban a variar las cosas. -Si quieren que confesemos, lo haremos. Todos confiesan siempre. Es imposible evitarlo. Te torturan. -No me refiero a la confesión. Confesar no es traicionar. No importa lo que digas o hagas, sino los sentimientos. Si pueden obligarme a dejarte de amar... ésa sería la verdadera traición.
207.Se mantendría siempre inexpugnable.
282. Lo más natural era seguir existiendo momentáneamente, aceptando otros diez minutos de vida aunque al final de aquellos largos minutos no hubiera más que una tortura insoportable.
322. Sabemos que nadie se apodera del mando con la intención de dejarlo. El poder no es un medio, sino un fin en sí mismo.
323. Primero debes darte cuenta de que el poder es colectivo. El individuo sólo detenta poder en tanto deja de ser un individuo.
342. Por primera vez se dio cuenta de que la mejor manera de de ocultar un secreto es ante todo ocultárselo a uno mismo.
Quizá sea hora de deshacerse del exceso de peso. En silencio he cargado con ello demasiado tiempo. Y en silencio, quiero deshacerme de esta podredumbre de las vísceras que me carcome el alma. Sin hacer ruido, sh, sin hacer ruido. Quiero disolverlo en recuerdos y brindar con dos copas. Por lo que fue. Por lo que quiero que no sea. Sé que la razón por la que quiero sanar no comienza en mí, que aún envenenada podría sobrevivir. Pero sí, quizá sea el precio a pagar, quizá sea que lo pusieron en mi vida para obligarme a perdonar. Aprender a perdonar. Al igual que llené en silencio aquella maleta, quiero vaciarla en silencio.
"¿Recuerdas aquella fase?Aquella del odio visceral.
Era pequeña y soñaba con ser actriz. Poder vivir tantas vidas sobre el escenario... Puedo imaginármela dormida, con lágrimas secas atracadas en el puerto de sus párpados. Acaba de abrir los ojos y ya siente ese agujero que duele y que quema, ese vacío lleno de su ausencia. Mira el móvil y sonríe amargamente al descubrir -o más bien al no descubrir. No se sorprende, ya lo sabía. El ardor crece unos instantes. Se levanta pesada de la cama. "Otro día más". Pies de plomo. La veo mirándose en espejo. Y, como un día más, se maquilla. Empolva sus mejillas y borra el caudal de los ríos secos; se pinta una sonrisa en los labios. Está preciosa, rota, pero preciosa. ¡Maravillosa actriz bajo los focos! Sé que mañana volverá a repetir los mismos gestos, deslizando el pintalabios hacia arriba. Pero voy más allá y adelanto el calendario para volver a verla. Y sé que ya no necesitará máscaras para fingir felicidad. Que podré tirarle de las mejillas sin miedo a que la falsa piel se desprenda y deje al descubierto una triste verdad. Y me sorprenderé al verla llorar de tristeza, porque podré aplaudir encantada una excelente actuación.
La vida es igual que una obra de teatro,
la única diferencia es que la vida es un estreno continuo
Ese estado de embriaguez perpetuo, constante calor en el pecho, sonrisas libres y perennes, suspiros incesantes fugitivos y esa lágrima fácil de felicidad. ...Pero enamorada de verdad."
Cómo algo tan simple puede hacerme feliz.
Darnos cuenta de lo mucho que cuenta esa persona en nuestra vida al copiar las fotografías al ordenador.
Ya no se limita únicamente a una carpeta. Aparece ya en varias.
Me hace sonreír, eso de tenerte en distintos capítulos de mi vida.