Puestos a compartir, que sean sonrisas.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Entonces ya no hace falta llorar

Cuenta todos los hombros en los que puedes apoyar la cabeza y llorar si hace falta... y de repente, cuando aún no has terminado de contar, se te acaban los dedos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario