Puestos a compartir, que sean sonrisas.

sábado, 6 de abril de 2013

Eso es otra historia.

Cuando se dio cuenta, todo lo que siempre había deseado se había esfumado. Como la niebla que de repente desaparece.
Ya no quería ese futuro. Ya no tenía sentido.
"Hasta ahora, no había querido superarlo del todo. Hasta ahora, siempre había querido volver a aquella luna llena. En el fondo, no había querido arrancar la página de los sueños por cumplir. Y no se trataba de cerrar un capítulo o de arrancar una hoja del pasado ya escrita, porque el papel que quería llenar de su nombre aún está vacío"
Y no recuerdo cuándo fue. No recuerdo si el deseo me besó antes de irse. ¿Fue una mañana entre el olor a café? Cuando noté su ausencia, pude ver huecos vacíos, en paz, libres. Huecos que llenar con lo que llegue. Huecos que no cargan con la predisposición  de sueños que ya adolecen de la ausencia de sentido; de deseos que ya no lo son.

Haberlo superado completamente. Supongo que es eso. Que ya no se concibe como "renunciar a algo". Simplemente, no se concibe.


Como la niebla que de repente desaparece. Se condensa el agua, forma gotas y precipita. Al fin y al cabo, no deja de ser una despedida.

Ahora quiero escribir otra historia.

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