Las promesas que van más allá del paso del tiempo, aquellas promesas que comprometen un período de tiempo indefinidamente prolongado... aquellas promesas que se hacen para cumplir a partir de ahora y en adelante, hasta siempre...
No hablo de un café de vez en cuando.
Hablo de prometer el futuro.
Ésas son las promesas más difíciles de cumplir.
Y aún así, pese a este silencio cauteloso, a las vueltas de la aguja del reloj, pese a la arena que cae por el estrechamiento del vidrio... No se acumula el polvo.
Gracias.
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