Puestos a compartir, que sean sonrisas.

martes, 18 de junio de 2013

Mirror

¿Vuelves sola?
Pero yo no creía regresar a casa sola. De hecho, cada vez que cambiaba mi visión de primera persona para observar cómo se me debía ver desde más allá de mis ojos, me encontraba con esa chica que siempre me devolvía la sonrisa.
Volvimos juntas todo el rato.

¿Y si? Del aire

De repente, la vi al otro lado del cristal. Desaliñada, recién salida de quién sabe qué sitio, mochila de cuero y  vaqueros viejos. Encogida sobre sus rodillas, parecía disfrutar mientras Viento le revolvía el pelo.
Cuando me vio, como siempre, contestó sin necesidad de preguntarle. Claro, es que sabe lo que pienso.
"No lo sé. No sé si vendrá. Y no, no me ha confirmado que pudiera. En realidad, sería muy improbable. Pero ¿y si pudiera?¿Y si ha podido escapar por el balcón? Y aunque saltara desde un quinto piso, estoy segura de que podría llegar al suelo. Y entonces viajaría por los subterráneos de la ciudad, hasta aquí, donde en un hipotético caso, nos encontraríamos."
La miré, quizás un poco apenada, por verla esperar un tren que en realidad ya sabía que no iba a llegar. Yo lo sabía.
Le recordé la hora.
"Sí. Ya son y media. Bueno pero ¿y si hubiera venido?" Y me devolvió la sonrisa más grande posible, de quien es capaz de alimentarse del aire. O más bien, de quien es capaz de alimentar la llama simplemente con el aire.
Se levantó para regresar a casa, se sacudió el pantalón y encaramó la mochila en su espalda. Se disponía a irse cuando giró sobre sus pasos y me susurró sonrojada "Porfa, no le cuentes nada de esto al lindo gatito"

Había esperado durante no sé cuánto tiempo algo que finalmente no llegó. No obstante, no parecía apenarla lo más mínimo. Así que a mí tampoco.

Cuando llegó a casa, aún sonreía.
"Seguro que otro día sí"



Su nombre significa Casa Nueva

En esta sala, donde los estudiantes se mueven y se preocupan por el mundo, le tengo frente a mí y aunque no lo estoy mirando, cabe en mi campo de visión.
Desde que ha entrado con su café, ha llenado la habitación con el suave olor de éste y me hace recordar el grano molido de café. Mueve su brazo para tomar el vaso y beber, le miro y lo nota; así que levanta la mirada y aparta un poco la boca de la taza para sonreírme.
No puedo sino devolverle la sonrisa.
Estoy segura de que no sabe que estoy escribiendo este texto y que está justo delante de mí. Y estoy segura de que tampoco se imagina el porqué de que esté sonriendo mientras tecleo.

Todavía recuerdo la primera frase que me hizo saber que iba a ser una persona importante en mi vida. Me pregunto si él la habrá olvidado. Y si sabrá que se me desbordó un poquito la alegría de los ojos.

Realmente me alegro de compartir mi etapa universitaria con personas como él.


"Gracias por haber tirado del carro todo este tiempo."

Gracias a ti, por hacer que la universidad sea una Nueva Casa, donde poder crecer un  poquito más.

domingo, 16 de junio de 2013

Mes étoiles

"No sé por qué ese interés en enseñarme las estrellas...
Si llevo toda la noche con una."

Son esas estrellas que se ven sólo desde mi cama, cuando estamos tú y yo a solas, en silencio y a oscuras.

sábado, 8 de junio de 2013

Si tú me dejas

Confieso que estas palabras ya salieron una vez de mi boca. Y precisamente por eso, me parece aún más hermoso eso de poder volver a pronunciarlas sin que abrase ninguna cicatriz.

Quizá sea corta una vida para darte todo lo que quiero. 
Pero es lo único que tengo y quiero regalártela a ti.




Semáforo abierto

-Pero si dices que llevas ya tiempo en ello (...) Entonces, ¡no estás parada!

Ahí se quedó mi argumento, reducido al absurdo con una frase tan simple de tu boca.

Se volvieron difusas las luces de la carretera.
Pero sé que eran semáforos, que las luces eran  verdes, y que iba a unos 40 por hora...

...Contigo

Llorar con los ojos abiertos

Siempre creí que la mejor forma de disolver la pena era diluyéndola en lágrimas. Y llenar tantos vasos como fuera necesario.

Pero hoy has vuelto a hacerme reír a carcajadas cuando lo único que encontraba debajo de la piel de mis párpados eran infinitos océanos rebosantes. Y es cierto que al final se derramaron los mares más allá de las pestañas. Pero se derramaron desde cuencas abiertas, felices de perderse entre los hilos de tu sudadera. Y hundir mi sonrisa en tu cuello...

Hace ya unos meses que lloro con los ojos abiertos. 
Gracias por descubrirme ese secreto.

jueves, 6 de junio de 2013

Beberme tus rimas

Cuando conviertes tus versos en besos y los escribes sobre mi boca, sedienta de literatura. 



Esa es la mejor poesía que puedes regalarme.

martes, 4 de junio de 2013

Este es el lado de la línea que elijo

No tendrás que decidir si olvidarme o recordarme...
Porque yo no voy a irme.
En equilibrio, sobre la línea, hacia delante.