Puestos a compartir, que sean sonrisas.

sábado, 8 de junio de 2013

Llorar con los ojos abiertos

Siempre creí que la mejor forma de disolver la pena era diluyéndola en lágrimas. Y llenar tantos vasos como fuera necesario.

Pero hoy has vuelto a hacerme reír a carcajadas cuando lo único que encontraba debajo de la piel de mis párpados eran infinitos océanos rebosantes. Y es cierto que al final se derramaron los mares más allá de las pestañas. Pero se derramaron desde cuencas abiertas, felices de perderse entre los hilos de tu sudadera. Y hundir mi sonrisa en tu cuello...

Hace ya unos meses que lloro con los ojos abiertos. 
Gracias por descubrirme ese secreto.

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