Puestos a compartir, que sean sonrisas.

domingo, 11 de agosto de 2013

Perseidas

Una vez al año, las estrellas tienen permiso para desprenderse de los hilos que las atan a la bóveda celeste.
Recorren el mundo recolectando los deseos de las personas, con los que se tejen sus elegantes colas para mostrarlas orgullosas por el cielo.
Qué detalle tan lindo por su parte, preocuparse de hacer realidad nuestros anhelos.

San Lorenzo llora esta noche por nosotros.
Tú volverás a la tierra y yo, en esta velada, me uno al cielo en su lluvia.


Pero con los ojos abiertos, para seguir vistiendo estrellas.


sábado, 10 de agosto de 2013

Alguien en mi vida (cont.)

No podría haber definido mejor quién eres en mi vida.
Ni mi novio, ni mi amigo, ni un compañero, ni un faro ni una estrella. Aunque seas todo eso, por separado no te contienen.

Sólo tu nombre puede decir lo importante que eres.

"Alguien importante en tu vida"

Nacho

Hija pródiga

Necesito irme. Descansar de 2013. O más bien, huir de él y ni siquiera presenciar su muerte. Descansar de mi vida, cansada de (des)ilusionarse con demasiadas cosas.
Por suerte, lo esencial permanecerá aquí. Por suerte, sé dónde tengo que volver.
Existe un faro que permanece encendido por las noches, para que mi barco no naufrague.
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Creo que pocas cosas hay tan agradables como huir, teniendo un sitio al que volver.


Quiero que seas. Y eres

Quiero llenar mis mañanas de tu expresión dormida. Y quiero llenar tus mañanas del olor a café temprano, de amaneceres. De besos, tus mejillas. ¿Y tus labios? Tus labios de sonrisas.
Y que se desborde la alegría de tus pestañas.
Que tus ojos siempre me sonrían desde detrás de los cristales.

Y por la noche, leche caliente y una bolsita de té.  Caricias en la espalda, que suben hasta quedar mis dedos enredados en tu pelo. Un beso en la nuca.
Duermes. Llenar mi noche de tu expresión dormida.
Y así comenzar de nuevo, la belleza de querer convertirte en mi rutina.

Eso es lo que eres en mi vida, entre otras muchas sonrisas.


Alguien en mi vida

-No quiero ser sólo tu novio... Quiero ser alguien en tu vida.
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Sonrío al recordar aquella noche de marzo, en la que no sabía qué iba a ocurrir con aquellas dos almas y en la que únicamente tenía una cosa clara: no quería enamorarme.
Y aún así, me hice a un lado de la cama y le dejé espacio para que pudiera impregnar mis sábanas con su olor.
"Sólo las personas importantes pueden dormir en el lecho del León" pensé. ¿Quizás esa noche estaba haciendo una excepción? Obvié la pregunta.
A la primera noche, le enseñé el cielo que sólo se ve desde mi cama, a oscuras y en silencio.
-Es precioso...
Me hizo feliz que apreciara su belleza.

A la segunda noche, una de mis libélulas se desprendió del cielo donde volaba. Sin decir nada, él simplemente la tomó con delicadeza entre sus dedos y le devolvió el vuelo.
Entonces, me di cuenta de que independientemente a qué ocurra en los días que tengan que venir, él ya había grabado su nombre en mis alas. Respondí la duda: no se trataba de ninguna excepción.
-Eso que acabas de hacer tiene más significado del que tú piensas.

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Ser alguien...
Te dejo la historia de cómo te bastaron dos noches para ser importante en mi vida.
Ahora, titula con tu nombre, los capítulos que quieras.
O, si lo prefieres, los capítulos que me queden.

viernes, 9 de agosto de 2013

"Menos mal que estás a mi lado"

No sé bien cómo explicarlo porque aún no sé cómo lo hace. Y quizá esté ahí precisamente la belleza.
Como las flores. De repente, un día, han florecido. Y no te has dado ni cuenta.
Así es cómo él hace florecer mis sonrisas. Borra las lágrimas y llena hasta el vacío más devorador que alguien puede tener en el pecho, bajo el esternón. Lo llena de felicidad, o más bien, me llena de libélulas. Y hasta la peor desgracia parece menos cuando tienes miles de constelaciones abrazándote. Incluso a distancia.

Él se propuso hacerme feliz.


Menos mal que está a mi lado.

El cielo hace cálidas las noches

Era una noche de esas frías en las que las paredes  de casa pierden su firmeza y se dejan caer sobre mí. El espacio se reduce, el oxígeno se agota y lo sólido se vuelve un fluido denso que se extiende ocupando todo el volumen posible, ahogándome dentro. Petróleo inundando mis pulmones. Intento diluir la pena en tres partes de agua pero el petróleo es inmiscible y finalmente el agua contaminada se desborda por los párpados, ensuciando mis pestañas, arañando las mejillas y disolviendo el más mínimo atisbo de sonrisa de mis labios.

Sí, es una de esas noches de pensar en nada de vez en cuando, para refrescar las bolas de fuego que tengo por ojos, hasta agotarme. Esperar evadida la llegada de Morfeo, para poder resistir un día más sin consumirme.

Por suerte, un precioso cielo pasó la noche a mi lado, observándome. Y aunque lejos, sentía sus constelaciones abrazando mi piel y dándome calor.
Esa noche, el cielo lloró de ver tantas suicidas deslizándose desde mi cara hasta la nada.

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-¡Mira! ¡Es el cielo! ¡Y esas son las estrellas!
-No. Tú eres mi estrella.
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Supongo que es el precio a pagar, por formar parte de la constelación de tu vida.


Lo que nadie oye con los ojos abiertos

Y si le preguntaran a sus silencios, escucharían lo que calla.
Que en realidad, todavía espera volver a verla.



Mi escudo protector

No puedes protegerme del mundo.
Pero por favor, nunca dejes de intentarlo.