Puestos a compartir, que sean sonrisas.

domingo, 1 de mayo de 2016

Las personas volcán

Un granito de arena que convierten silenciosamente en una montaña tan grande como el Himalaya hasta que explota. 
No es sólo la nube de ceniza y gas, es la lava que baja y arrasa... 
Que abrasa la piel. 
Las explosiones no son como una bala; certera, de daño limitado, de cicatriz definida. En las explosiones siempre hay daños colaterales. 
Palabras que sobraban, sin mensaje, pero con el objetivo de un cuchillo.

A las personas-volcán les pido valor.
Valor para que usen la mayor herramienta que tenemos y hablen. Que hablen cuando, sin intención, les metamos un grano de arena en el ojo. Porque si lo sabemos y soplamos con delicadeza en el momento, pueden evitarse años de sufri-lencio y erupciones violentas. Y rencor.
A las personas-volcán les pido valor para enfrentar los conflictos cuando aún son enfrentables.

Porque todavía estoy lamiéndome las heridas que causó un volcán y ya noto cómo tiembla la Tierra en la isla del vecino...